La fisioterapia es el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan, previenen, recuperan y adaptan a las personas afectadas de disfunciones somáticas y orgánicas o a las que, simplemente, desean mantener un nivel adecuado de salud.

En función de la patología o la lesión, la fisioterapia en algunos casos es terapia de primera elección y en otros es un apoyo de gran ayuda al tratamiento médico o farmacológico.

Sin ningún género de dudas, la herramienta principal del fisioterapeuta son las manos y en consecuencia, la terapia manual.

La Fisioterapia, al ser una terapia que se basa en elementos naturales, como son los agentes físicos, en general no produce efectos secundarios, ni mucho menos toxicidad de ningún tipo. Si hubiere efectos secundarios, estos se deberían a las contraindicaciones que las diversas terapias presentan, o bien, como en toda praxis médica, debido a una mala actuación profesional.

La osteopatía es una terapia manual global que consiste en efectuar un diagnóstico físico de las enfermedades, con el objetivo de descubrir, no sólo los síntomas sino las causas que provocan las alteraciones de las estructuras del organismo y por consiguiente la alteración de su función.

El tratamiento osteopático busca el equilibrio global del cuerpo: muscular, esquelético, craneal y visceral.

El tratamiento de las enfermedades se realiza a través de manipulaciones y del tratamiento de los tejidos blandos, aplicando los principios de la biomecánica articular y tisular.

Este tratamiento permite al organismo estimular sus reacciones de defensa y acelerar la formación de anticuerpos y la eliminación de toxinas para obtener la curación.